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La utopía o la insoportable permanencia de la vida. Hay cosas a las que no podemos renunciar por más desesperanzador que sea el panorama, aún en el descrédito absoluto de lo humano. Salirse de órbita es una posibilidad recurrente del calendario y el imaginario es más poderoso que cualquier situación. La vida es real dicen, pero qué tan real es la banda que sostiene el instrumento con el que se ejecutan los sueños de un ser complejo. Qué tan reales son los signos y símbolos de una sociedad no sólo de contrastes sino también contradictoria. No hay intención de escritos profundos ni concienzudos. Este es un espacio de collage y de relación; no con los otros, no por lo menos de esa manera de mensajes y contactos; con el objeto sí, con el reducto talvez, mientras la vida sigue y es relación.


jueves, 22 de abril de 2010

Cuando viajo entre los mundos
Me olvido de rumbo, guía o de retorno.
Quiero quedarme siempre enamorado del mundo a donde voy,
Porque cada uno vale la pena de vivir la vida entera,
Sin viajar entre los mundos,
Sin perder un solo amor.
Pero tuve que viajar entre los mundos y despedir lo más amado,
Amar en la distancia para volver a ver el mundo
En órbita, desde lejos, verde-azul, iluminado.

Y si brillan las estrellas hasta que se cansan…
Y si viajan los cometas hasta que se estrellan…